Queramos o no, es necesario entender que hay un nuevo actor en el tejido corporativo: una enorme cantidad de datos que, bien gestionados, pueden dirigir el rumbo de cualquier empresa.
Estos datos tienen la capacidad de generar un sinfín de información, que será utilizada en cualquier sala de juntas para tomar las decisiones más importantes de una empresa. Ahora bien, ¿realmente podemos confiar en ellos?, ¿cuál es el impacto real que tiene en las organizaciones?
Sea cual sea la respuesta, someterla a una consultoría Business Intelligence podría suponer una gran diferencia.
Business Intelligence: La herramienta clave para anticipar el futuro
Tomar decisiones con cierta información en la mano es una gran ventaja competitiva que desearía tener cualquier empresa. Y es que ¿a quién no le gustaría anticiparse a una posible crisis?, ¿o a qué empresa no le gustaría detectar un patrón de consumo entre sus clientes?
Estas preguntas nos dan una ligera idea de lo que implica un buen uso del Business Intelligence en las empresas. Pero analicemos las situación más despacio; ¿por qué el Business Intelligence es una herramienta clave para las empresas?
Veamos a continuación algunos de los aspectos más destacables:
Aporta información sobre el target
El Business Intelligence permite recopilar y analizar datos sobre el target de las empresas. Hablamos, por ejemplo, de hábitos de consumo, preferencias, necesidades…
Esta información ayuda a las empresas a crear estrategias con mayor probabilidad de acierto. Es decir, con la posibilidad de obtener mejores resultados que las anteriores. Lo cual, hace que el ROI sea mayor.
Identifica oportunidades de negocio
El análisis de datos puede revelar información que ni siquiera está en la mente de la alta dirección de una empresa. Por ejemplo, nichos de mercado que no se están explotando, pero en los que hay demanda del producto o servicio que se ofrece. Cuando esto se descubre, la empresa encuentra una nueva oportunidad sobre la que trabajar para generar nuevos beneficios.
Detecta patrones
Cuando existe un gran volumen de datos, las herramientas de Business Intelligence son capaces de detectar patrones muy interesantes para las empresas. Hablamos, por ejemplo, de patrones en el comportamiento de los clientes, picos de consumo o errores frecuentes que de otro modo no se pudieran detectar. Sin duda, esto da la oportunidad a la empresa de mejorar y seguir creciendo.
Favorece la toma de decisiones
Hoy en día, la intuición no debería ser la que tome las decisiones importantes en una empresa. Esto aumenta el riesgo de forma considerable. En su lugar, las decisiones tomadas desde la información generan el efecto contrario: potencian las probabilidades de éxito. El Business Intelligence permite a los responsables de las empresas evaluar diferentes escenarios y elegir la mejor estrategia con confianza.
Mide el rendimiento de las acciones
Por último, el Business Intelligence también ayuda a las empresas a medir las estrategias y saber qué ha funcionado y qué no. Esto las ayuda a eliminar acciones que no generan los resultados esperados y a potenciar aquellas que sí lo hacen. De este modo, es posible replicar estrategias con un notable incremento en su rentabilidad. Y, por tanto, con claros beneficios para la empresa.
En definitiva, queda claro que el Business Intelligence tiene un impacto real en las empresas. Y se trata de un impacto positivo, siempre y cuando se maneje correctamente y se haga un uso adecuado de los datos.