La jornada escolar matinal (continua) es ya una realidad mayoritaria en los centros públicos de educación Infantil y Primaria de casi todas las comunidades, que se ha acelerado desde la irrupción de la pandemia. Ante este escenario surgen las dudas sobre las ventajas e incovenientes de este modelo. El centro de políticas económicas EsadeEcPol ha llevado a cabo un estudio que desvela el impacto de la jornada continua para los alumnos, las familias y los docentes.
Según este estudio, la jornada escolar continua "es un modelo social y educativo regresivo", que supone una pérdida de 8.048 millones de euros al año para las familias, y que implica un peor rendimiento en los alumnos, al tiempo que afecta a la igualdad, ya que son principalmente las madres quienes más la sufren.
Para llegar a esta conclusión se ha analizado, por primera, vez el impacto económico de las dos actuales modalidades de jornada escolar —matinal (o continua) y completa (o partida)— en los hogares con hijos de 3 a 12 años (en educación Infantil y Primaria) a partir de los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida.
La comparativa pone de manifiesto que los hogares con niños en jornada matinal y sin ayuda externa para el cuidado de éstos después las clases, tienen que ajustar el horario laboral de, al menos, una persona de la familia a un máximo 25-28 horas semanales y que en el 66,4% de los casos éstas son mujeres. "Son unos resultados muy relevantes que visibilizan por primera vez que el avance de la jornada matinal (continua) conlleva enormes costes sociales, económicos y de igualdad de género para las familias españolas", ha asegurado Ángel Martínez, analista en EsadeEcPol y coautor del informe.
¿Cómo afecta la jornada continua a alumnos, familias y docentes?
En España, el debate sobre la jornada escolar es parcial y, en ocasiones, ignora la evidencia científica al respecto. Repasamos las tres dimensiones a las que afecta la jornada escolar:
- En el caso del alumnado, no existe evidencia rigurosa sobre el efecto de la modalidad de jornada (dadas unas horas lectivas) sobre el rendimiento académico, aunque algunos estudios correlacionales apuntan a que la jornada completa (o partida) está asociada a mejores resultados. Lo que sí existe es evidencia abundante y robusta sobre cómo el tiempo (lectivo y no lectivo) en la escuela supone un impacto positivo en los alumnos en términos académicos y socioemocionales; también que la jornada completa (o partida), con un almuerzo temprano y una pausa después, se adapta mejor a los biorritmos de los alumnos y mejora su salud, ciclos de sueño y bienestar.
- En el caso de las familias, la evidencia científica apunta a un factor clave habitualmente ignorado en España (clave para la igualdad de género), pero que la pandemia ha puesto de manifiesto: la escuela tiene también una función de custodia o cuidado fundamental. Cuando la escuela es a tiempo parcial, el empleo de las familias se resiente, pues sus jornadas laborales nunca pueden superar las 25 o 28 horas semanales. Esto tiene un efecto negativo y significativo en los ingresos y el empleo de las familias, especialmente grande para las madres, que son quienes concentran el 66,4% del impacto, lo cual contribuye a agravar las brechas de género existentes. Supone, además, cada año, una pérdida de 8.048 millones de euros de ingresos para las familias.
- Con respecto al profesorado, se trata del colectivo que más se beneficia de una jornada matinal (continua), tanto en términos de bienestar como en posibilidades de conciliación. En la encuesta realizada, este colectivo se muestra mayoritariamente a favor de la jornada matinal (continua); y, paradójicamente, subraya los beneficios para el alumnado y las familias (y no tanto para el profesorado mismo) como las razones principales para justificar dicha modalidad de jornada.
Considerando al alumnado como el objetivo central de la política educativa, hay un enorme espacio para avanzar en el tipo de organización escolar a adoptar mediante un debate racional, basado en la evidencia científica y, a la vez, que articule espacios de consenso teniendo en cuenta a los distintos actores. Según el estudio, los beneficios de una jornada escolar a tiempo completo (de 09:00/09:30 a 16:00/16:30) con un almuerzo temprano (12:30 o 13:00) y un descanso en alumnado de 3 a 12 años superan con creces los costes de mantener o incluso ampliar el statu quo. Tras el gigantesco impacto que ha tenido la pandemia sobre la salud mental y el bienestar emocional de la comunidad educativa (alumnado, docentes y familias), la respuesta no debe conducir a reducir el tiempo en la escuela, sino a ampliarlo. "El avance de la jornada matinal está ocurriendo mientras se niega la evidencia disponible sobre sus efectos perniciosos sobre el alumnado y las familias. Por ello, deben articularse otras alternativas a la jornada continua que hagan a su vez factible compensar al profesorado por el fuerte deterioro que ha experimentado su situación laboral durante la última década (primero con la crisis y después con la pandemia)".
Propuesta para una jornada completa políticamente viable
Partiendo de las conclusiones del informe de EsadeEcPol, se plantea que una jornada escolar partida (o completa) en educación Infantil y Primaria supondría, vía mayores ingresos de las familias, un aumento de 1.200 millones de euros en la recaudación vía IRPF. Esto permitiría hacer políticamente viable la generalización de una jornada escolar a tiempo completo.
En opinión de los autores, este incremento debería incluir tres partidas fundamentales de inversiones públicas: una dirigida a ampliar la cobertura y cuantía de las becas de comedor para llegar a un 40% de todo el alumnado; otra, para desarrollar y mejorar las infraestructuras escolares en los centros públicos de Infantil y Primaria a fin de hacer posible un comedor en cada centro educativo a medio y largo plazo, y una tercera encaminada a compensar al profesorado con un complemento salarial para aumentar las horas de permanencia en los centros.
“Consideramos que se puede avanzar hacia una educación a tiempo completo que sea políticamente viable y que permita equilibrar los costes y beneficios teniendo en cuenta los intereses de todos”, concluye Lucas Gortázar, director de Educación de EsadeEcPol.