El BCE recortó los tipos de interés por tercera vez este año, argumentando que la inflación en la zona euro estaba cada vez más controlada, mientras que las perspectivas económicas seguían empeorando. Con el recorte de 25 pb el BCE dejó el tipo de interés de los depósitos bancarios en el 3,25%. El BCE también redujo en la misma cuantía el tipo de refinanciación y el marginal. Este fue el primer recorte consecutivo de tipos en 13 años, marcando un cambio de enfoque desde la lucha contra la inflación hacia la protección del crecimiento económico.
En la rueda de prensa, la presidenta del BCE declaró que los miembros del banco creen que el proceso de control de precios está bien encaminado y que toda la información disponible apunta en la misma dirección: una tendencia a la baja. Es probable que estos datos hayan influido en la decisión de ayer, ya que tanto las encuestas sobre actividad empresarial como las cifras de inflación resultaron ligeramente más bajas de lo esperado. En septiembre, la inflación se situó en el 1,7%, por debajo del objetivo del 2% por primera vez en tres años. Aunque la inflación podría superar el objetivo del BCE hacia finales de este año, se espera que en los próximos meses se mantenga dentro de la zona objetivo.
Lagarde añadió que, por el momento, el BCE no prevé una recesión económica y siguen trabajando bajo el supuesto de que la economía experimentará un "aterrizaje suave". Además, reiteró la petición del BCE a los políticos europeos para que impulsen reformas "ambiciosas" con el fin de hacer la economía de la región más productiva, competitiva y resiliente. Los mercados están descontando que habrá tres reducciones más de tipos hasta marzo.