Debido a que la Unión Europea ha estandarizado los puertos de carga para teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos portátiles, todos los dispositivos nuevos que se vendan en la UE desde hoy deben ser de tipo USB-C.
Lógicamente, esta medida sólo afecta sólo a las nuevas compras y ventas desde este mismo sábado, aunque todos los fabricantes habían actualizado ya el tipo de cable desde hace meses, en concreto Apple con sus nuevos modelos de la gama iPhone 16.
El objetivo ha sido, por una parte, reducir la cantidad de cargadores que se necesitan comprar, también minimizar los desechos electrónicos y, además, se simplifica la vida para muchos usuarios, al ser todos compatibles para la carga.
La UE enumera así los beneficios de tener un cargador común:
- Mayor comodidad para el consumidor: puede cargar su teléfono móvil y otros dispositivos electrónicos similares con un cargador USB-C, independientemente de la marca del dispositivo.
- Reducción de los residuos electrónicos: los cargadores desechados y sin utilizar representan unas 11.000 toneladas de residuos electrónicos al año. Las nuevas normas fomentan la reutilización de los cargadores, lo que ayuda a reducir la huella ambiental.
- Ahorro de dinero: ahora es posible comprar nuevos dispositivos electrónicos sin cargador, lo que permitirá a los consumidores ahorrar aproximadamente 250 millones de euros al año en compras innecesarias de cargadores.
- Armonización de la tecnología de carga rápida: nuevas reglas ayudan a garantizar que la velocidad de carga sea la misma cuando se utiliza cualquier cargador compatible con un dispositivo.
La nueva normativa
La directiva europea sobre cargadores comunes de la UE fue aprobada por el Consejo de la UE en octubre de 2022.
Los fabricantes recibieron un período de transición para ajustar sus diseños y garantizar el cumplimiento.
A partir de este 28 de diciembre de 2024, las normas se aplican a teléfonos móviles, tabletas, cámaras digitales, auriculares, cascos, consolas de videojuegos, altavoces portátiles, lectores electrónicos, teclados, ratones, sistemas de navegación portátiles y auriculares internos vendidos en la UE.
A partir del 28 de abril de 2026, esta medida también se aplicarán a los cargadores de los ordenadores portátiles.
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