La inflación en Reino Unido cayó en marzo menos de lo esperado hasta el 3,2% interanual desde el 3,4% en febrero, alcanzado el nivel más bajo desde septiembre de 2021, ya que los precios de los alimentos aumentaron a un ritmo más lento que hace un año.
Al igual que ocurrió con el dato de inflación en EEUU, las previsiones apuntaban una caída mayor, hasta el 3,1%. Tras el dato, la opinión generalizada en los mercados es que se complica el momento de un primer recorte de tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra. Los datos, que también mostraron una inflación de servicios mayor de lo esperado, se conocen después de que el martes se publicara que el crecimiento salarial también ha sido mayor de lo esperado, tras de un aumento del 6% en los tres meses hasta febrero. Como resultado, las previsiones de recortes de tipos se han retrasado. Los datos prácticamente descartan un recorte de tipos en mayo y también reducen las posibilidades de un recorte en junio. Ahora, los mercados están descontando el primer recorte de tipos de un cuarto de punto en septiembre o noviembre.
Mientras, los datos finales confirmaron ayer que la inflación de la zona euro se desaceleró en todos los ámbitos el mes pasado, reforzando las expectativas de un recorte de tipos en junio, pese a los crecientes costes de la energía y la debilidad del euro. Por el momento, las autoridades del BCE han dicho que los movimientos del precio del petróleo y del tipo de cambio son demasiado pequeños para alterar fundamentalmente las perspectivas de inflación.