Se esperaba que ayer, en el discurso ante el Club Económico de Nueva York, el presidente estadounidense hiciera referencia a las políticas comerciales de su país. Sin embargo, se centró más en la política económica de su gobierno, sin dar información nueva sobre las conversaciones comerciales con China, más allá de decir que está cerca de firmar la “fase 1” del acuerdo comercial y reiterar que solo lo aceptará si es bueno para EE.UU. y sus trabajadores. También volvió a poner de manifiesto su absoluto desacuerdo con la política monetaria de la Reserva Federal, afirmando que ha puesto a EE.UU. en una desventaja competitiva frente a otros países.
En su discurso, Trump se atribuyó un auge económico sin precedentes, que dijo se producía a pesar del incremento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal a inicios de su mandato. Haciendo referencia a los tipos de interés negativos, Trump apuntó: "Denme un poco de eso. Denme un poco de ese dinero. Quiero algo de ese dinero. Nuestra Reserva Federal no nos deja hacerlo".
Mientras tanto, en Reino Unido, con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina, entre julio y septiembre las empresas británicas realizaron los mayores recortes de puestos de trabajo en más de cuatro años. Esta caída del empleo, el menor crecimiento salarial y la reducción de puestos vacantes son indicios de que el mercado laboral se está debilitando.