Un día después de que se publicase un sorprendente aumento de los precios al consumidor en agosto en EE.UU., ayer nuevos datos mostraron que los precios de producción cayeron por segundo mes consecutivo, lo que podría rebajar los temores de que la inflación se consolide. El índice retrocedió un 0,1% en agosto, después de haber bajado un 0,4% en julio.
En los 12 meses transcurridos hasta agosto, los precios aumentaron un 8,7%, la subida interanual más débil desde agosto de 2021, tras el aumento del 9,8% en julio.
El dato de inflación en EE.UU. publicado el martes ha reforzado las expectativas de una tercera subida de los tipos de interés de 75 pb por parte de la Reserva Federal el próximo miércoles. Ayer, la directora gerente del FMI hacía un llamamiento a los bancos centrales, apuntando que “la inflación es obstinada, tiene una base más amplia de lo que pensábamos (...) y (...) necesitamos que los banqueros centrales sean tan obstinados en la lucha contra ella como lo ha sido la inflación".
Si la política fiscal y la política monetaria funcionaran bien, el próximo año podría ser menos doloroso, según la funcionaria, que remarcó que si la política fiscal no está lo suficientemente orientada podría convertirse en el enemigo de la política monetaria, alimentando la inflación. En este sentido, ayer el gobernador del Banco de Francia declaraba que el BCE podría alcanzar su tipo neutral a finales de año, pero “hasta entonces, definitivamente tenemos que actuar, de manera determinada pero ordenada".