Un día después de que lo hiciera la Fed, ayer el BCE publicaba las actas de su última reunión en la que acordaron extender su programa de compras de activos. El mes pasado el BCE optó por reducir el volumen de sus compras de activos y extender el programa por nueve meses más, una forma de estímulo más moderada que busca mantener una sólida expansión y al mismo tiempo alimentar las presiones inflacionistas. Si bien la extensión del programa de compras por 30.000 millones de euros mensuales tuvo un amplio apoyo, las actas indican que los miembros del comité debatieron una serie de alternativas y estuvieron lejos de ser unánimes en la idea de mantener el programa de manera indefinida. Las autoridades que no estuvieron de acuerdo argumentaron que incluso aunque los mercados no anticiparan un final evidente de la compras de activos, la reacción sería limitada y que, en cualquier caso, la economía de la zona euro podía resistir condiciones financieras más ajustadas en vista de su sólido crecimiento. En general, hubo acuerdo en que, a menos que se produzca una fuerte agitación financiera, el programa de compra de activos debería finalizar a finales del próximo año.