La primera Ministra británica anunció ayer su renuncia como consecuencia de la crisis económica y política generada por su programa económico que afectó a los mercados financieros británicos y a la libra.
Liz Truss se convirtió en el cuarto primer ministro de Gran Bretaña en septiembre tras ser elegida para liderar el Partido Conservador, aunque solo contó con el apoyo de alrededor de un tercio de los legisladores del partido. Ella había prometido recortes de impuestos financiados por el endeudamiento y la desregulación.
Tras la presentación del plan, se desencadenó una crisis sobre los mercados de deuda y sobre la libra, lo que llevó al Banco de Inglaterra a intervenir para estabilizar los mercados. El partido Conservador, que tiene una gran mayoría en el Parlamento y no necesita convocar elecciones legislativas hasta dentro de dos años, elegirá un nuevo líder el 28 de octubre.
Entre los que se esperan que postulen a liderar el partido y ser primer ministro se encuentra el que fue canciller de Hacienda entre 2020 y 2022, una exministra de Defensa y la que hasta el pasado miércoles ocupaba la cartera del ministerio de Interior. Otro de los posibles candidatos podría ser ex primer ministro Boris Johnson.
La división interna en el partido es resultado de la también división social que se ha generado en el Reino Unido tras el referéndum del Brexit en 2016 y que se ha acentuado con la crisis económica derivada del aumento de los precios y el empeoramiento de las condiciones económicas en los últimos meses. Los líderes del Partido Laborista piden una convocatoria de elecciones para poner fin a la crisis política.