El BCE celebró ayer su reunión periódica, en la que mantuvo invariados los tipos de interés en el 0,0%. La presidenta dijo en la rueda de prensa que la entidad utilizará todo su potencial de estímulos, incluso cuando la economía de la zona euro muestre señales de recuperación. Para abordar el colapso económico, el BCE está comprando grandes cantidades de deuda y pagando a los bancos para que presten su efectivo en un esfuerzo por reactivar la economía de la zona euro. Señaló que la actividad económica en los 19 países de la eurozona había mostrado signos de una “recuperación significativa, aunque desigual y parcial”, pero el panorama seguía siendo incierto en medio de los riesgos de una segunda ola de infecciones.
La pérdida de empleo e ingresos y la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia tienen consecuencias en el consumo y la inversión, por lo que según la presidenta del BCE, es necesario un amplio estímulo monetario para que suba la inflación hasta niveles cercanos al 2%. En consecuencia, el BCE no ve ninguna razón para detener el Programa de Compra de Emergencia (PEPP) de activos puesto en marcha por un valor de 1,3 billones de euros, y que seguirá hasta al menos junio de 2021, y con reinversiones hasta finales de 2022.
En vísperas de la Cumbre europea de los líderes de la UE que comienza hoy en Bruselas, la presidenta del BCE dijo que es importante que alcancen pronto un acuerdo sobre un paquete ambicioso de ayudas bajo un nuevo esquema de subvenciones y préstamos de 750.000 millones de euros. El economista jefe del BCE dijo que Europa se enfrenta a una recuperación de “dos pasos adelante y uno atrás” haciendo referencia a que los mejores datos disponibles ahora brindan poca orientación sobre el camino a seguir.