Las reuniones de cualesquiera de los principales bancos centrales siempre son seguidas con atención por los mercados por si pudiese haber anuncios o alguna novedad con respecto a actuaciones futuras. La reunión del BCE de hoy había generado una gran expectativa después de que el presidente de la Fed señalase que la entidad va a ser más permisiva con la inflación.
Ayer algunos responsables políticos del BCE señalaron que la evolución económica desde junio ha estado mayormente con las expectativas del banco, por lo que el “escenario base” se mantiene, y según fuentes oficiales, habrá "pocos cambios" respecto a las últimas estimaciones.
Sin embargo uno de los protagonistas de la reunión y de la rueda de prensa va a ser el euro, ya que desde marzo se ha apreciado un 10%, generando cierta preocupación entre los miembros del BCE por las implicaciones en la recuperación económica y su efecto deflacionista. La semana pasada el economista jefe del BCE a señalar que “el tipo de cambio nos importa (…) y a su vez influye en nuestro marco de política monetaria”, lo que frenó el avance del euro que había superado la referencia de los 1,20 dólares.
Otro de los focos del mercado sigue siendo el proceso negociador entre Reino Unido y la UE. Ayer el primer ministro británico presentó una legislación en el Parlamento británico en la que reconoce que no pretende cumplir lo firmado con la UE. La presidenta de Comisión Europea se mostró muy preocupada por los anuncios del Gobierno británico sobre sus intenciones de incumplir el Acuerdo de Retirada.