Cuando no habían pasado ni 24 horas desde las elecciones europeas, el presidente francés recibía ayer en el Palacio del Eliseo al presidente del Gobierno español. El encuentro de ayer sirvió para preparar la Cumbre extraordinaria de esta tarde-noche en Bruselas y en la que los líderes de la EU van a evaluar los resultados de las elecciones europeas, abordar los nombramientos institucionales en la UE y la denominada Agenda Estratégica de la UE 2019-2024.
En los últimos días el presidente de Francia se ha reunido con los líderes de Holanda y Portugal, y el domingo por la noche habló por teléfono con la canciller de Alemania. Antes de la Cumbre se reunirá con los primeros ministros del grupo de Visegrado (Eslovaquia, República Checa, Polonia y Hungría), tendrá un encuentro con la canciller alemana y después con el presidente del Consejo Europeo.
El presidente español se también reunirá con la canciller alemana. El activismo europeo del presidente francés muestra su disposición para impulsar la reforma de la UE como ya manifestó en 2017, y que se encontró con un cierto escepticismo por parte de Alemania. Los líderes europeos tienen que acometer reformas internas que consigan revertir el auge de los nacionalismos y los partidos antieuropeos. Los resultados del domingo dan cierta tranquilidad para poder acometer cambios, aunque a su vez Europa se encuentra en medio de un conflicto entre EE.UU. y China del que no es ajeno, ni a nivel de países, ni como UE, y que tiene en sectores como el de automoción uno de sus principales focos.