Segundo día de comparecencia de la presidenta de la Fed ante los legisladores norteamericanos del Senado. Ayer dijo que es un “gran desafío” para Estados Unidos alcanzar el objetivo de crecimiento del 3% fijado por el presidente Trump, y añadió que "creo que es algo que sería maravilloso si se pudiera lograr”. También hizo referencia a que la tecnología y la globalización están eliminando la clase media en los países desarrollados. Reconoció que los salarios y los puestos de trabajo que requieren una cualificación baja o media están disminuyendo, lo que presiona a la baja las rentas procedentes del trabajo e intensifica la desigualdad de ingresos. Además, Yellen también ha señalado que "durante varios años, las empresas estadounidenses no han invertido al ritmo que nos hubiera gustado ver". Esa falta de inversión doméstica, ya sea en nuevas plantas o contrataciones, tampoco ha ayudado a la hora de generar empleos y presionar al alza los salarios. En junio, la economía de EE.UU. creó 222.000 empleos mientras que la tasa de paro situó en el 4,4%, pero los salarios prácticamente no se han incrementado. Los salarios en EE.UU. están creciendo a un ritmo anual del 2,5%, un punto porcentual por debajo del que se registraba en los años previos a la crisis. Esta tendencia que preocupa a la Fed también está en la lista de inquietudes de las autoridades del Banco Central Europeo ya que en la eurozona también está desapareciendo la clase media y el crecimiento de los salarios sigue siendo muy bajo, lo que acentúa que la inflación se mantenga en general por debajo de los objetivos de los bancos centrales.