En su última reunión de julio el presidente del BCE anunció que sería en otoño cuando se anunciaría la retirada de cualquier estímulo. Por lo tanto, si cumple sus palabras, es poco probable que hoy anuncie un recorte del programa de compra de activos. Habrá que esperar a la próxima reunión de octubre. Es lo que ha descontado el mercado. Desde su última reunión, la fortaleza económica de la zona euro se ha reforzado con recientes datos, pero la inflación no termina de repuntar y la fortaleza del euro no ayuda. El último impulso alcista del euro se produjo después de que Draghi no hiciese ninguna referencia a la fortaleza del euro en Jackson Hole, algo que el mercado interpretó como una ausencia de preocupación al respecto por parte del BCE. Si en el comunicado de hoy no se hiciese ninguna referencia al euro, a buen seguro en la rueda de prensa posterior si habrá preguntas al respecto. Vista la reacción que tuvo el mercado tras Jackson Hole, es previsible que en el mensaje de la institución monetaria predomine la prudencia y la cautela. Un exceso de preocupación puede llevar a una brusca corrección del euro, mientras que la despreocupación le daría vía libre para continuar apreciándose. Ayer, el presidente ejecutivo de Deutsche Bank, instó al BCE a cambiar el curso de su política monetaria y advirtió que percibe la formación de burbujas en los mercados bursátiles, de bonos e inmobiliario. Para el ejecutivo, “la era del dinero barato en Europa debería llegar a su fin pese a la fortaleza del euro".