La rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense operaba ayer sin apenas cambios después que el pasado viernes cayese a mínimos de dos semanas tras unas cifras inferiores a lo previsto del empleo no agrícola en Estados Unidos en abril. Es previsible que los niveles se mantengan, a la espera de la publicación el jueves del índice de precios al consumidor de abril, que se analizará con detalle después de que el viernes el Departamento del Tesoro dijese que el crecimiento promedio de los salarios aumentó un 0,1% el mes pasado tras la subida del 0,3% de marzo. Mientras tanto, ayer se conocían datos en la zona euro que alertan sobre su crecimiento. Por una lado, los pedidos industriales en Alemania cayeron inesperadamente por tercer mes consecutivo en marzo debido a una débil demanda extranjera, lo que sugiere que el debate sobre los aranceles probablemente haya creado una gran incertidumbre en la industria alemana de exportación. En vísperas de la fecha límite del 1 de junio para que el presidente estadounidense decida si impone aranceles al acero y aluminio de la UE, Alemania está instando a sus socios europeos a ser flexibles y buscar un acuerdo que beneficie a ambas partes. Por otro, el sentimiento inversor en la zona euro se deterioró en abril por cuarto mes consecutivo, a su nivel más bajo desde febrero de 2017, afectado por las preocupaciones sobre la posible introducción de tarifas en EE.UU. y la espiral proteccionista.