La primera ministra británica acudió ayer al Parlamento para someter a votación varias enmiendas que puedan formar parte de un plan alternativo sobre la salida de la UE. Tras el resultado, la primera ministra británica tratará de forzar a la UE para renegociar el acuerdo alcanzado con los países de la UE y que posteriormente fue rechazado por amplia mayoría por el Parlamento británico. Bruselas ya se ha manifestado en varias ocasiones señalando que no cabe renegociación alguna. Incluso el presidente de la Comisión Europea aseguró ayer antes del debate parlamentario que la UE no estaría dispuesta a renegociar el acuerdo alcanzado. El gobierno británico busca alcanzar un plan B que sería sometido a votación el día 13 de febrero en el Parlamento. La incertidumbre sobre el proceso se mantiene, y la fecha prevista de salida, el 29 de marzo, cada vez se encuentra más próxima. Por otro lado, hoy la Reserva Federal norteamericana finaliza su primera reunión del año. No se esperan cambios en los tipos de interés, y la atención va a estar puesta en la rueda de prensa del presidente en la que se espera que no altere el mensaje de la Fed de que es paciente y que no tiene prisa por subir los tipos de interés. A principios de enero el presidente de la Fed dijo en una entrevista conjunta con los dos anteriores presidentes de la institución, que la Fed podría ser “paciente y flexible”. También se espera que la Fed enfatice que la política monetaria dependerá de los datos económicos y no a un calendario preestablecido.