Ayer los dos responsables del BCE argumentaron que la inflación en la zona euro sigue siendo transitoria, pese a que el presidente de la Fed decía esta semana que se debe dejar de usar este adjetivo para describir lo que parecen ser presiones persistentes sobre los precios.
La inflación en la zona euro alcanzó un récord del 4,9% el mes pasado y es probable que se mantenga por encima del objetivo del 2% del BCE en 2022. Sin embargo, el banco central lleva mucho tiempo sosteniendo que la presión sobre los precios bajará por sí sola. "El actual repunte de la inflación es temporal y está impulsado en gran medida por factores de oferta", apuntaba en una conferencia un miembro del consejo del BCE añadiendo que los bancos centrales deberían tener la paciencia de analizar estos efectos y explicar sus políticas a la gente. El BCE se reúne el próximo 16 de diciembre por lo que el debate sobre la transitoriedad o no de la inflación es especialmente relevante en estos momentos.
El responsable del banco central finlandés en la misma conferencia declaraba reconocer que la “microexperiencia” de los ciudadanos en la gasolinera es bastante diferente de la lectura macro de los economistas y los banqueros centrales. "Aun así, en nuestra opinión, la inflación de la zona del euro es mayoritariamente transitoria (...) aunque algunos de sus componentes probablemente prevalezcan durante más tiempo el próximo año de lo que se esperaba", añadió.