Después del dato de inflación en EEUU de la pasada semana, los mercados analizan con detalle cualquier declaración, no solo de los miembros de la FED, sino también del BCE. Ayer, un miembro del consejo de este último señalaba que el banco central debe seguir subiendo los tipos de interés, pero tiene que evitar un endurecimiento excesivo, ya que eso podría destruir la capacidad productiva y provocar una recesión profunda. “…mientras las expectativas de inflación se mantengan ancladas, la política monetaria debe ajustarse, pero no reaccionar de forma exagerada", apuntó.
Sus palabras tuvieron una reacción inmediata en la rentabilidad de la deuda pública de la zona euro que ayer caía tras los comentarios de corte moderado del dirigente monetario del BCE, si bien los tipos a corto plazo se mantenían cerca de sus máximos de varios años. El rendimiento de la deuda pública alemana a 2 años, más sensible que otros vencimientos a los cambios en los tipos de interés, llegó a bajar hasta el 2,06%, tras alcanzar la semana pasada su máximo desde diciembre de 2008, en el 2,25%. En el caso del bono a 10 años bajó hasta el 2,10%.
Hoy los mercados evaluarán la tasa de crecimiento del PIB de la zona euro para obtener más información sobre el último giro acomodaticio del BCE y los riesgos de recesión. Ayer el dato de producción industrial sorprendió en positivo, aumentando un 0,9% intermensual y un 4,9% interanual, mucho más del aumento del 0,3% y 2,8% que se esperaba. La producción de agosto también se revisó al alza.