“Sigue habiendo mucha incertidumbre”. Es lo que ayer declaraba la portavoz del FMI en una conferencia de prensa. La institución está instando a los países a continuar con sus esfuerzos fiscales y monetarios para apoyar sus economías, por la gran incertidumbre que generan un resurgimiento de casos de COVID-19 y nuevas variantes.
El FMI publicará un pronóstico económico mundial actualizado el 26 de enero que reflejaría los últimos acontecimientos, incluido el desarrollo y distribución de vacunas COVID-19 y nuevas medidas de estímulo en Estados Unidos y Japón.
Ayer, coincidiendo con la presentación del plan de ayuda por la pandemia propuesto por el presidente electo, se conocía que el número de estadounidenses que solicitó por primera vez beneficios de desempleo aumentó la semana pasada, lo que confirma un debilitamiento de las condiciones del mercado laboral. También ayer el presidente de la FED lanzó algunos mensajes en un encuentro virtual organizado por la Universidad de Princeton.
Señaló que la economía de EE.UU. está lejos de los objetivos de la FED. Reiteró que el momento para subir tipos no llegará pronto y que cuando sea apropiado discutir fechas específicas para la reducción de compra de bonos lo harán saber. También apuntó que en el corto plazo, mientras la pandemia cede, podría haber presiones alcistas sobre los precios, pero no es probable que un aumento de precios signifique un aumento de la inflación subyacente.