Ayer, en su discurso anual sobre el Estado de la Unión ante el Parlamento Europeo, el presidente de la Comisión Europea pidió a la UE que hiciera alarde de su fortaleza como potencia mundial, en un momento en el que Estados Unidos da marcha atrás en sus compromisos internacionales. “Cuando Europa habla con una sola voz, podemos imponer nuestra posición a los demás”, apuntó. Refiriéndose a las dudas en muchos países sobre el papel de Washington como líder económico global, el presidente de la Comisión también dijo que el euro debería promoverse mejor como moneda mundial para desafiar al dólar. “Debemos hacer más para permitir que nuestra moneda única juegue plenamente su papel en la escena internacional”. En su opinión, es absurdo que Europa pague el 80% de sus importaciones de energía - por valor de 300 mil millones de euros al año – en dólares estadounidenses cuando solamente aproximadamente el 2% de estas importaciones provienen de Estados Unidos, como también lo es que las empresas europeas compren aviones europeos en dólares en lugar de en euros. “El euro debe convertirse en la cara y el instrumento de una Europa nueva y más soberana”. Con la UE aún herida por la salida del Reino Unido y el creciente nacionalismo, el funcionario insistió en que el bloque estaba más unido de lo que parece y podría usar esta unidad para configurar el mundo.