El presidente estadounidense no parece querer allanar el camino de cara a la cumbre del G-20. Lejos de buscar un acercamiento de posturas, sus declaraciones no auguran una rebaja en las tensiones comerciales. Ayer, la rentabilidad de los bonos del Tesoro bajaban por compras de inversores de títulos a más largo plazo ante renovados temores de tensión entre Estados Unidos y China después de que el presidente Trump dijese que esperaba incrementar aranceles a importaciones chinas, añadiendo que era "altamente improbable" que aceptase la petición de China de frenar la aplicación de aranceles a importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares. La disputa Estados Unidos-China sigue siendo el principal foco de atención. Su impacto sobre la sensación de riesgo es muy elevado y es el principal factor que está detrás del movimiento de los mercados en los últimos días. Tampoco el encuentro del presidente estadounidense con los líderes europeos será sencillo. Ayer, las acciones automotrices europeas volvieron a caer después de que una revista alemana publicase que Trump podría imponer aranceles a autos importados la próxima semana. Las fuentes, de acuerdo con la revista, señalan que un informe recomienda un arancel aduanero del 25% a las importaciones de automóviles de todos los países, excepto de Canadá y México. La Casa Blanca se ha comprometido en repetidas ocasiones a no avanzar en la imposición de aranceles a la Unión Europea o Japón, siempre y cuando haya avances en las negociaciones comerciales.