La caída de las acciones estadounidenses en las últimas jornadas es una señal de que en los mercados financieros empiezan a pesar cada vez más las dudas sobre la capacidad del presidente estadounidense para poner en marcha las reformas anunciadas. Ello hace que los mercados sean más vulnerables a la corrección que se viene esperando desde hace tiempo, teniendo en cuenta que el S&P 500, que está en su segunda racha alcista más larga de la historia, ha subido un 10% desde las elecciones del 8 de noviembre por las expectativas que crearon los anuncios de crecimiento de Trump. El nerviosismo también se refleja en los bonos del Tesoro, cuya rentabilidad bajaba ayer a mínimos de tres semanas. Hoy se espera que se vote el proyecto de ley de salud, poniendo a prueba si el Gobierno del Trump y los líderes republicanos son capaces de sacar adelante una ley. Caso de aprobarse, aumentarían las expectativas de que los proyectos de reducción de impuestos, desregulación y gastos de infraestructuras puedan llegar a ponerse en marcha. Mientras tanto, aquí en Europa, la política sigue centrando la atención. El euro celebra las menores expectativas de vuelco electoral en Francia que se unen a los resultados de las elecciones en Holanda. También, según un sondeo publicado ayer los conservadores de la canciller alemana han ampliado su ventaja sobre sus rivales socialdemócratas, seis meses antes de la celebración de unas elecciones que se prevén reñidas.
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