Desde julio el pasado año, el BCE ha subido su tipo de interés de referencia 3 puntos porcentuales, hasta el 3,0%, y ya ha prometido otra subida de medio punto porcentual en marzo, por temor a que el persistente crecimiento subyacente de los precios afiance una inflación elevada.
El mercado prevé varias subidas más allá de la prevista para marzo, con una expectativa de que el tipo de interés alcance un máximo del 3,7% a finales del verano. Ayer, el gobernador del Banco Central de Finlandia apoyaba esta perspectiva, al declarar que “con una inflación tan alta, parece probable, lógico y apropiado que haya más subidas de tipos después de marzo", añadiendo que es importante que se mantenga el nivel restrictivo durante algún tiempo. Aunque los mercados ya prevén una baja de tipos a principios de 2024, el miembro del banco central advirtió del riesgo de una relajación demasiado temprana y dijo que es prematuro hablar de eso.
Por otro lado, en su último informe económico publicado ayer, el Bundesbank señala que las perspectivas económicas de Alemania mejoran tras un cuarto trimestre inesperadamente sólido, en el que la inflación general también ha superado su máximo, aunque el crecimiento de la inflación subyacente tardará más en remitir. Según el informe, la economía alemana se ha visto favorecida por un invierno suave, unos precios de la energía más bajos, una confianza empresarial más resistente de lo previsto y un gasto de los consumidores al alza.