A los mercados no les gusta la incertidumbre y prueba de ello ha sido su comportamiento tras el resultado de las elecciones alemanas. Los resultados electorales germanos implican que el proceso de construir una coalición podría llevar meses y que el acuerdo resultante será un gobierno mucho más débil en la mayor economía de la zona euro. La canciller alemana comenzó ayer la difícil tarea de intentar este proceso, instando a los socialdemócratas de centroizquierda a no cerrar la puerta a una reedición de su “gran coalición”. Pero la tarea no es sencilla, más teniendo en cuenta el ascenso del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, AfD. Desde el instituto IFO se advierte que el resultado podría alimentar la incertidumbre entre las empresas. El índice que elabora de confianza empresarial en Alemania, mostraba ayer una inesperada caída en septiembre, lo que sugiere que el consumo en la mayor economía europea podría perder impulso en los próximos meses. Y ahora, Japón viene a sumarse a los focos de incertidumbre política. Ayer, el primer ministro anunció que disolvería la cámara baja del Parlamento el próximo jueves para convocar elecciones anticipadas. Señaló que necesitaba un mandato para que para que algunos ingresos que se obtendrían con una prevista subida de impuestos se trasladen a gasto social. El político además busca apoyo para una postura dura frente a las reiteradas amenazas de lanzamientos de misiles y ensayos nucleares de Corea del Norte.