A las puertas de las reuniones esta semana de bancos centrales y que hoy inician el Banco Central de Canadá, el de Polonia y el de Chile, la jornada de ayer fue claramente de datos macro. Comenzando por Europa, la economía de la zona euro se contrajo mucho menos de lo previsto en el primer trimestre del año. Según los datos revisados de Eurostat, el PIB de los 19 países que comparten el euro se contrajo un 0,3% intertrimestral, con un descenso interanual del 1,3%. Estos datos contrastan con las estimaciones de hace tres semanas, del -0,6% y -1,8%, respectivamente. La reducción del gasto de los consumidores se compensó con la acumulación de inventarios y la inversión.
La caída del consumo de los hogares restó 1,2 puntos y el gasto público tuvo un efecto neutral en el PIB. Por otro lado, según la encuesta del instituto ZEW, la confianza de los inversores en Alemania se redujo en junio, pero se mantuvo en un nivel alto y las expectativas de una fuerte recuperación económica para los próximos seis meses siguen intactas.
El subíndice sobre las condiciones actuales subió a -9,1 puntos desde -40,1 el mes anterior. Por último, en EE.UU., el déficit comercial bajó un 8,2% en abril por la caída en las importaciones, lo que sugiere que la demanda interna está comenzando a pasar a los servicios desde los bienes. Con la pandemia bajo control, los consumidores están reorientando sus gastos hacia servicios producidos en el país, disminuyendo la demanda de bienes importados.