Ayer se publicaron los datos de inflación de junio en Estados Unidos, en los que en términos interanuales se situó en el 5,4% frente al 5,0% de mayo. En comparación con el mes de mayo, los precios subieron un 0,9% siendo el mayor incremento desde junio de 2008. Los precios aumentaron básicamente como consecuencia de las restricciones de suministro de productos como los semiconductores que ha afectado a la producción de automóviles y camiones, así como por el aumento en los costes de los servicios relacionados con viajes tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad. Dado que los precios de automóviles y camiones usados representa más de un tercio de la subida de los precios, algunos economistas mantienen que el repunte debería ser temporal.
La presidenta de la Reserva Federal de San Francisco dijo ayer que se esperaba el "estallido" de la inflación, y señaló que los mayores saltos se dan en bienes y servicios impulsados por un aumento en los cuellos de botella de oferta y demanda posteriores a la pandemia, y es probable que disminuya en los próximos meses. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años se incrementó brevemente antes de retroceder cuando los inversores concluyeron que el banco central de EE. UU. probablemente mantendrá su postura de política monetaria ultraexpansiva durante un tiempo. El Presidente de la Fed presentará hoy el informe semestral de política monetaria al Congreso de Estados Unidos. Los mercados buscarán nuevas pistas para ver si se anticipa algún cambio por parte de la Fed.