Los mercados tienen la atención puesta en las próximas reuniones de los bancos centrales. A medida que las tensiones comerciales van nublando la perspectiva de crecimiento global, al igual que lo esperan para las reuniones del BCE y de la FED, también esperan que el próximo movimiento del Banco de Japón sea una nueva relajación monetaria. Ayer, cuando su su gobernador señalaba que analizará los datos hasta el último minuto antes de su reunión de finales de este mes, se conocía una nueva caída de las exportaciones en junio y un desplome de la confianza de los inversores a su nivel más bajo de los últimos tres años.
Mientras tanto, los legisladores británicos aprobaban ayer una medida que hará más difícil que el próximo primer ministro fuerce una salida de la UE sin un acuerdo a través de la suspensión del Parlamento, lo que muestra de nuevo la decisión de la Cámara de detener un Brexit no negociado. Boris Johnson, el favorito para suceder a la primera ministra la próxima semana, viene reiterando que Reino Unido debe abandonar la UE el 31 de octubre con o sin acuerdo.
El negociador jefe de la UE para el Brexit declaraba ayer que en la UE no se sienten impresionados por esta amenaza, pero que si el Reino Unido optara por ese camino, tendría que enfrentarse a las consecuencias. También la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria advertía que Reino Unido podría estar entrando en una recesión en toda regla que se agravaría con una salida sin acuerdo que dejaría un agujero de 30.000 millones de libras en las finanzas públicas.