La presidenta del BCE abrió ayer la puerta a subidas de tipos este año. El BCE mantuvo su política monetaria sin cambios, pero en la conferencia de prensa posterior a la reunión de su consejo de gobierno, Lagarde reconoció que la situación inflacionaria del bloque ha cambiado tras un dato récord en enero. Preguntada sobre si su reiterada opinión de que es "muy poco probable" que el BCE suba tipos este año seguía vigente, Lagarde dijo que el banco central evaluará las condiciones con mucho cuidado y que "no hay promesas sin condiciones", agregando que el banco se mantendrá "dependiente de los datos". Los mercados han interpretado esto como si Lagarde ya no descartase subidas de tipos para este año, y ayer se apresuraban a adelantar las apuestas sobre la primera subida de tipos del BCE hasta junio, descontando más del 90 % de posibilidades de un incremento de 10 pb y más de 40 pb de subidas para finales de año.
El aumento de las apuestas de subidas de tipos provocó que los rendimientos de los bonos soberanos de la zona euro se disparasen, encabezados por los del sur de Europa, los principales beneficiarios de los estímulos del BCE. El rendimiento del bono a 10 años de Italia subía 20 pb hasta el 1,63 %, su nivel más alto desde junio de 2020. Aumentaban también los rendimientos de España y Portugal. En Alemania, el rendimiento del bono a 10 años subía al 0,15%, su nivel más alto desde principios de 2019. Las ventas generalizadas empujaban la curva de rendimiento, medida por la brecha entre los rendimientos de los bonos a 10 y 30 años, a su nivel más plano desde 2008.