De nuevo, las acciones estadounidenses volvieron a caer ayer confirmando una corrección del Nasdaq, que cerró con un retroceso del 4,4%, la mayor caída diaria desde agosto de 2011, y borrando las ganancias que el Dow Jones y el S&P 500 habían acumulado en el año. Pronósticos decepcionantes de fabricantes de chips y débiles ventas de viviendas han aumentado la preocupación por la economía y el crecimiento. Precisamente la Fed, a través de su Libro Beige señalaba ayer que la actividad económica ha continuado expandiéndose a un ritmo “entre moderado y modesto”, a pesar de que se ha detectado un incremento del precio de las materias primas y dificultades para encontrar trabajadores cualificados. El informe económico indica que la mayoría de los bancos centrales del país norteamericano apuntan que la producción manufacturera ha aumentado pese a la incertidumbre en cuanto al coste de los materiales, así como al clima comercial. El gasto de los consumidores se ha incrementado a un “ritmo modesto”, de la misma forma que lo ha hecho el empleo en la mayoría de los distritos de la Fed. Pese a que el tono general del informe presenta una economía que crece de forma modesta, el presidente de la Fed de Dallas declaraba ayer que la Reserva Federal debería de continuar subiendo los tipos de interés dos veces más, o probablemente tres.