Ayer se publicaron los datos de confianza de los inversores de la zona euro del mes de abril, registrado un descenso a su nivel más bajo de los dos últimos años, y que apunta al comienzo de una recesión en el segundo trimestre de 2022. El índice se situó en -18,0 puntos desde -7,0 de marzo. Las previsiones apuntaban a una lectura de -9,2 puntos.
El índice sobre las condiciones actuales bajó a -5,5 desde +7,8 y el de expectativas se sitúa en -29,8 desde -20,8, marcando el nivel más bajo desde diciembre de 2011. Los responsables de elaborar el indicador señalan que el descenso se debe a la guerra en Ucrania y la incertidumbre relacionada con las sanciones y el conflicto. Apuntan a que los indicadores de confianza están cayendo a nivel mundial, pero en ninguna parte de una manera tan pronunciada como en la zona euro.
Los inversores tampoco creen que el BCE tenga un gran margen de maniobra para apoyar el crecimiento económico con una política monetaria más expansiva debido al fuerte crecimiento de la inflación. A nivel político en Europa se debate si es necesario aplicar nuevas sanciones contra Rusia.
El presidente de Francia dijo que éstas deberían extenderse al petróleo y carbón proveniente de Rusia, dejando al margen el gas natural. Alemania a través del ministro de Finanzas, también rechazó imponer un embargo al gas. Rusia suministra el 40% de las necesidades de gas de Europa y a corto plazo no puede ser sustituido por otras fuentes alternativas.