Las dudas sobre la recuperación mundial vuelven a surgir en un momento en el que la Reserva Federal se dispone a reducir los estímulos y el Gobierno del país está inmerso en unas polarizadas negociaciones sobre el techo de deuda que podrían llevar a un cierre federal.
Al mismo tiempo, China está lidiando con una escasez de energía que está afectando a su producción. Ayer, en un evento virtual del BCE, el presidente de la Fed dijo que era frustrante que los cuellos de botella de la cadena de suministros no estén mejorando en medio de la recuperación económica tras la recesión generada por la pandemia del coronavirus, “de hecho, en el margen aparentemente empeoran un poco (...) Vemos que probablemente continuarán en el próximo año y mantendrán alta la inflación más tiempo de lo que habíamos pensado", apuntó Powell, añadiendo que la actual aceleración de la inflación se debe a problemas de oferta frente a una demanda muy sólida, pero que a medida que la economía se reabra eso se resolverá.
Pese a este panorama el escenario que dibujó para 2022 es de un año muy fuerte, con el crecimiento por encima de la tendencia y el desempleo alcanzando niveles significativamente más bajos que los actuales.