El BCE vuelve a sacar pecho por las medidas de estímulo que aprobó en septiembre a pesar de la oposición de muchos de sus miembros. Ayer, el vicepresidente del Consejo de Supervisión de la institución declaraba que el crecimiento y la inflación en la zona euro parecen estar estabilizándose después de las fuertes caídas del año pasado, reafirmando la prolongada aplicación de estímulos por parte del BCE. Considera que la economía está dando buenas señales y lo mismo ocurre con la inflación, lo que podría llevar al banco central a discutir su evaluación del riesgo y debatir si los riesgos al crecimiento aún se inclinan a la baja o si están más equilibrados. El BCE se reunirá el 23 de enero y no se esperan cambios en su política monetaria.
Mientras tanto, China, en la víspera del acuerdo que firmará hoy con EE.UU. en Washington, prometía comprar casi 80.000 millones de dólares adicionales de productos manufacturados de EE.UU. en los dos próximos años. Cuando se pactó la fase uno del acuerdo, los representantes estadounidenses dijeron que China había acordado comprar en los próximos dos años 200.000 millones de dólares más que en 2017 en productos agrícolas, bienes manufacturados, energía y servicios de EE.UU. Ahora esperan que lo cumplan al pie de la letra.