Los días 7 y 8 de julio de 2017, los dirigentes del G-20 se reunirán en Hamburgo (Alemania). El tema elegido por la presidencia alemana del G-20 es «Forjar un mundo interconectado». En el encuentro los dirigentes tratarán principalmente las políticas económica, financiera, climática, comercial, de empleo y de desarrollo. Otras cuestiones clave de importancia mundial que figurarán en el orden del día son los flujos migratorios y de refugiados, y la lucha antiterrorista. La UE estará representada por el presidente del Consejo Europeo y el presidente de la Comisión Europea. El jueves pasado la canciller alemana presidió una reunión preparatoria con los jefes de Estado y de Gobierno europeos que participan en la Cumbre. Tras finalizar la reunión preparatoria, el presidente del Consejo Europeo señalaba que “Europa está asumiendo más responsabilidades a nivel internacional”. Además el presidente hizo mención a que Europa debe ser un punto de referencia para los que valoran el comercio libre y justo, la lucha contra el cambio climático, la pobreza, la democracia liberal y los derechos humanos. Hasta cierto punto no sorprende este mensaje, en un momento en el que la nueva administración norteamericana se ha manifestado partidaria de establecer medidas comerciales proteccionistas, y que entre las primeras medidas adoptadas nada más llegar a la presidencia fuese retirar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). Europa parece tratar de buscar el protagonismo que Estados Unidos está dejando y la Cumbre del G20 puede ser una primera prueba de ello.