Algunas señales parecen indicar que en la Reserva Federal se está debatiendo cuánto más deben subir los tipos de interés, sobre todo después de que el pasado viernes, la presidenta de la Fed de San Francisco dijese que había llegado el momento de empezar a hablar de reducir las subidas de tipos.
El índice PMI publicado ayer mostró que la actividad empresarial de Estados Unidos se contrajo por cuarto mes consecutivo en octubre, y tanto los fabricantes como las empresas de servicios informaron de una menor demanda de los clientes. Este dato constituye la última prueba de que la economía se está debilitando ante la elevada inflación y la subida de los tipos de interés. Pese a todo, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subían ayer ante la perspectiva de que la Reserva Federal se mantenga dura en la lucha contra la inflación. El mercado espera que la Fed aumente los tipos en 75 pb la semana que viene, pero estará muy atento a cualquier indicio sobre un enfoque más suave respecto a futuras subidas.
Antes de la Fed, este jueves será el BCE el que tendrá que tomar una decisión en materia de tipos de interés y no parece estar dispuesto a frenar el ritmo de sus subidas, dados los elevados niveles de inflación actuales, pese a que esta senda conduzca a un oscuro horizonte económico. El BCE ha subido los tipos de interés 125 pb desde julio, el ritmo más rápido de endurecimiento monetario hasta la fecha. Por ahora, es poco probable que los riesgos de recesión se interpongan en el camino de las subidas de tipos, pero los mercados, como con la FED, están buscando señales sobre cuándo podría llegar una pausa.