El secretario del Tesoro de EEUU lo anunciaba el pasado domingo. La guerra comercial entre EE.UU y China está “en pausa” después de que los dos países hayan accedido a dejar de lado sus amenazas arancelarias para trabajar en un nuevo acuerdo más amplio. El secretario de Comercio estadounidense viajará a China la próxima semana para ayudar a finalizar el acuerdo comercial. En una entrevista ha declarado que los planes de aranceles estaban suspendidos. “Si esto no se arregla y no obtenemos lo que queremos, el presidente siempre puede encarrilar el asunto de los aranceles”. Como es normal, ambos países “venden” esta nueva etapa de negociación como un éxito propio. El presidente de EE.UU diciendo en Twitter que China se había comprometido a comprar “grandes cantidades” de productos estadounidenses, y las autoridades chinas diciendo que el país había defendido con éxito sus intereses. Mientras tanto, aquí en Europa, el foco de atención sigue siendo Italia. Ayer, el diferencial de la deuda italiana a 10 años con la española alcanzaba un máximo no visto desde principios de 2012, en 81 puntos básicos. Sobre el bono alemán el diferencial llegaba hasta los 169 puntos básicos, el más amplio en siete meses. Las agencias de calificación también muestran preocupación. Fitch ha señalado que un gobierno M5S-Liga aumentaría los riesgos fiscales de Italia, después de que DBRS publicase una advertencia similar la semana pasada.