Estamos a una semana de las elecciones norteamericanas, en la que ya han votado más de 60 millones de estadounidenses. La cifra es la última señal del gran interés existente y que según un estudio de la Universidad de Florida podría anticipar un récord de participación con unos 150 millones de votantes, lo que representaría una tasa del 65% del total de los electores, y sería el nivel más alto desde 1908.
Los dos candidatos a la presidencia centran su actividad en los considerados estados bisagra como Pensilvania o Florida, donde las encuestas muestran mínimas diferencias entre Republicanos y Demócratas. Los mercados mantienen la cautela, mientras la expectativa de alcanzar un acuerdo fiscal antes de las elecciones son cada vez menores. El Secretario del Tesoro señalaba ayer que en el plan de la presidenta de la Cámara de Representantes hay una serie de áreas que el presidente Trump no puede aceptar.
En Chile el domingo con una participación del 50,9% del censo electoral, los chilenos aprobaron con un 78,27% iniciar el proceso para redactar una nueva Constitución que, conforme a lo también votado el domingo, será elaborada por una asamblea de 155 ciudadanos elegidos para ese propósito. Este proceso de redacción de la nueva Constitución y una serie de elecciones en los dos próximos años plantean incertidumbres políticas que podrían frenar las inversiones extranjeras y la recuperación económica, ante la posibilidad de que la nueva Constitución pueda tener un perfil con un mayor gasto social y afectar negativamente los ajustes fiscales.