El BCE subió los tipos de interés en 50 pb cumpliendo con lo esperado y conforme a lo que había anticipado su Presidenta en las últimas semanas.
Con la subida de ayer, la sexta consecutiva desde julio, el tipo principal de financiación se sitúa en el 3,50%, el de depósito en el 3,0% y el marginal de crédito en el 3,75%. El BCE mantiene su compromiso para llevar la inflación a los niveles objetivo del 2%, y la decisión de ayer la tomó actuando al margen de las preocupaciones sobre el mercado financiero y los llamados de los inversores para reducir el endurecimiento de las políticas al menos hasta que se estabilice la situación en los mercados financieros.
La Presidenta en la rueda de prensa dijo que “El Consejo de Gobierno está monitorizando de cerca las tensiones actuales del mercado y está listo para responder según sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro”, y agregó que los bancos de la región tenían posiciones sólidas de capital y liquidez. En cuanto a la orientación futura de la política monetaria, en las declaraciones Lagarde no ofreció compromisos para el futuro, aunque sí dejó claro el mensaje de que continuará con una política restrictiva ya que la inflación se mantendrá alta en los próximos años.
Una de las preocupaciones del BCE es que la política monetaria funcione a través del sistema bancario, y una crisis financiera haría que su política fuera ineficaz. Lagarde señaló que el banco estaba comenzando a ver señales de que su política de endurecimiento estaba teniendo un impacto en la economía, especialmente a través de los canales de crédito.