En el cuarto trimestre el ritmo de crecimiento de la economía de Estados Unidos se desaceleró hasta el 2,6% en tasa trimestral anualizada frente al 3,4% registrado entre los meses de julio a septiembre. En la primera estimación publicada ayer por el Departamento de Comercio se señala que el incremento del gasto de los consumidores, la inversión de las empresas y las exportaciones han contribuido positivamente al crecimiento económico que en el conjunto del año se sitúa en el 2,9%, una décima menos del objetivo del Gobierno, pero que a su vez supone el mejor registro desde 2015 y siete décimas de mejora con respecto al año 2017. Cabe recordar que la publicación del PIB estaba prevista para hace un mes, pero el cierre parcial de la administración estadounidense provocó su retraso. Por ello, en vez de tres revisiones del PIB como es habitual, en esta ocasión sólo habrá dos publicaciones incluyendo la preliminar de ayer. Los datos de Estados Unidos contrastan con los de Brasil, que en el cuarto trimestre del 2018 registró un crecimiento de un 0,1% con respecto al trimestre anterior que fue revisado a la baja por el Instituto de Geografía y Estadística hasta el 0,5% desde el 0,8% publicado inicialmente. El dato de crecimiento se suma a las señales que indican que, a pesar del entusiasmo de los inversores sobre la agenda del nuevo Gobierno, la economía brasileña sigue teniendo problemas para mantener el ritmo de leve recuperación de los años 2017 y 2018 tras su peor crisis económica en décadas. Los indicadores de enero sugieren que la debilidad económica del último trimestre se ha traspasado a 2019, con un aumento del desempleo por primera vez en casi un año.