Un día después de que el FMI recortase aún más sus previsiones de crecimiento mundial para este este año, ayer hacía una nueva advertencia. Según la institución, los mercados bursátiles y otros activos de riesgo podrían sufrir una segunda caída si el coronavirus sigue propagándose, si los gobiernos vuelven a imponer restricciones o si las tensiones comerciales aumentan.
En general, los mercados de renta variable se han recuperado de su mínimo del 23 de marzo. Por ejemplo, el S&P, que se hundió un 34% en 23 días de operaciones, ha encontrado impulso con las medidas adoptadas por la Fed y por el gobierno, y ahora se encuentra cerca de un 10% por debajo de su máximo histórico. "Se ha producido una desconexión entre el optimismo del mercado financiero y la evolución de la economía global", sostiene el FMI, una situación que "aumenta el riesgo de otra corrección en los precios de los activos de riesgo". De cualquier forma, la expansión de la pandemia y posibles nuevos confinamientos está haciendo que en los mercados haya vuelto la preferencia por los activos considerados seguros.
Ayer, la rentabilidad del bono 10 años en EE.UU. cedía 2,5 puntos básicos a 0,66%, con una operativa similar a la de la jornada anterior y que llevaba la rentabilidad de esta referencia muy por debajo de su máximo mensual de 0,959% alcanzado el 5 de junio. Cifras de solicitudes por desempleo semanales que siguen siendo altas e inquietud porque EE.UU. no ha logrado detener la propagación del coronavirus, han propiciado el aumento de la demanda de bonos.