Con el debate abierto sobre si el BCE debe o no reducir el programa de estímulos monetarios, varios de sus miembros dijeron ayer que el BCE debe seguir con su política actual ya que aunque el crecimiento económico está ganando impulso, la inflación sigue sin acelerarse de forma significativa. Los críticos señalan que la inflación se encuentra en máximos de los últimos cuatro años y piden al BCE que comience a reducir las medidas de estímulo, incluido el programa de compra de activos. El economista jefe del BCE dijo que “aún no estamos lo suficientemente confiados en que la inflación convergerá a niveles consistentes con nuestro objetivo de manera duradera". El gobernador del banco central de Austria abogó por mantener la política actual e indicó que “la estrategia para 2017 ya fue establecida casi en su totalidad y desde mi punto de vista no hay razón para abandonarla”. El gobernador del banco central de Finlandia expresó igualmente su apoyo a la actual política del BCE. Por el lado contrario, el gobernador del banco central holandés, que se ha opuesto a la mayoría de medidas de alivio del BCE, dijo que "solo si la economía va mejor de lo que esperamos ahora en nuestras estimaciones podríamos analizar empezar a disminuir los planes de compras de activos". La próxima reunión del BCE será el 27 de abril, antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas y esto puede hacer que el BCE muestre un tono de cautela.