Junto con la posible segunda ola de infecciones del coronavirus, dos elementos se han sumado para minar la confianza de los mercados, ya de por sí frágil: la reactivación de las tensiones comerciales entre EEUU y China, y el debate que se ha abierto sobre la posibilidad de que los tipos de interés negativos puedan llegar a ser una realidad en EEUU. El lunes, el diario estatal chino Global Times informó que algunos asesores del gobierno están instando a Pekin a invalidar el acuerdo comercial de “fase 1” y negociar uno más favorable para China. Por supuesto, el presidente estadounidense se niega a cualquier renegociación. Ahondando más en la tensión comercial, la Administración Trump está presionando para detener las inversiones del fondo de pensiones de empleados federales y miembros del ejército en valores chinos de empresas que Washington sospecha que están vulnerando los derechos humanos o amenazando la seguridad de EEUU.
Por otro lado, el coronavirus ha hecho que algo que en EEUU no pasaba más allá de lo teórico sea ahora concebible: los tipos negativos. El lunes, las opciones sobre tipos de interés consideraban una probabilidad del 23% de que el tipo de interés de referencia de los fondos federales se sitúe por debajo de cero a finales de diciembre. La semana pasada esta probabilidad era del 9%. El mes pasado, el presidente de la Fed dijo que es poco probable que los tipos negativos ayuden a la economía. Veremos si hoy refuerza este mensaje en la videoconferencia organizada por el Instituto Peterson en la que hablará sobre la actual situación económica.