Los mercados iniciaban la semana con la noticia de que el presidente electo de Brasil, el derechista Jair Bolsonaro, ganaba los comicios del domingo prometiendo una dirección radicalmente nueva en la política, que va desde la lucha contra la delincuencia y la reducción del papel del Estado en la economía hasta facilitar la explotación de las tierras indígenas. El tono positivo con el que se recibió inicialmente el anuncio en Brasil se fue diluyendo y finalmente el índice Bovespa caía ayer más de un 2%, tras alcanzar un récord intradiario al inicio de la sesión, por la toma de beneficios a la espera de una definición del gobierno del presidente electo, y contagiado por una nueva caída en Wall Street. Mientras tanto, aquí en Europa, la noticia era que la canciller alemana no se presentará a la reelección como presidenta de su partido y que su cuarto mandato al frente del gobierno germano será el último. Su decisión se produce tras sufrir su segundo revés en dos semanas en unas elecciones regionales. Este domingo la debacle electoral se sufría en el estado federado de Hesse. Hace sólo dos semanas se vivía una situación similar en Baviera. La canciller alemana ha tenido un gran peso en la escena europea desde 2005, siendo un pilar clave para guiar a la Unión Europea en la crisis de la zona euro.