Mientras se mantiene aún la resaca del anuncio del acuerdo en la UE, el recordatorio de que el virus no se ha ido vuelve a estar presente en los mercados, que también vuelven a ver con preocupación el empeoramiento de las relaciones entre China y EEUU.
Este año, los lazos entre ambos países se han vuelto cada vez más tensos por varios asuntos: desde el coronavirus y el fabricante de equipos de telecomunicaciones Huawei a las reclamaciones territoriales de Pekín en el Mar de la China Meridional y su imposición de una nueva ley de seguridad en Hong Kong. Ayer, de nuevo la cuerda se tensó después de que EEUU ordenase a China cerrar su consulado en Houston. El Departamento de Estado dijo que la decisión fue adoptada “con el fin de proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de los estadounidenses”. Como era de esperar, Pekín condenó la orden y ha amenazado con tomar represalias.
El deterioro de las relaciones entre los dos países está aumentando cuando quedan pocos meses para las elecciones presidenciales que EE.UU. celebrará en noviembre, con Trump y su rival demócrata Biden compitiendo sobre quién puede dar la respuesta más dura a China, para proteger “al pueblo estadounidense, a la seguridad nacional, a la economía y a los empleos”.
Mientras, los contagios por COVID-19 vuelven a aumentar en diversas partes de Asia y en Australia, y en EE.UU. la gravedad de la situación ha obligado al presidente estadounidense a cambiar su postura respecto al uso de mascarillas y a reconocer que la situación probablemente empeorará antes de mejorar.