La rentabilidad de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subía ayer, al tiempo que disminuía la preocupación por una recesión tras la publicación de datos económicos. El retorno del bono a 10 años alcanzó máximos de dos semanas al 2,935% y el de la deuda a dos años también tocaba un máximo de dos semanas del 2,668%. La curva de rendimientos se aplanó. El diferencial entre el retorno a dos y 10 años bajaba a 27 pb, frente a los 28,10 del día anterior. Los datos mostraron que la actividad manufacturera repuntó en mayo, mientras la demanda de bienes sigue siendo fuerte. Según el índice ISM, la actividad manufacturera repuntó hasta 56,1 el mes pasado desde los 55,4 de abril. Una lectura superior a 50 indica una expansión en el sector manufacturero, que representa el 12% de la economía estadounidense. También, el gasto en construcción aumentó en abril, aunque a un ritmo menor de lo esperado, un 0,2%, frente al 0,3% que apuntaban las previsiones.
Las noticias sobre la inflación fueron alentadoras. La medición de los precios pagados por los fabricantes bajó a una lectura de 82,2 desde 84,6 en abril, lo que respalda la opinión de que la inflación podría haber tocado techo. Lo que también muestra la encuesta es que los fabricantes tienen dificultades para encontrar trabajadores, ya que el índice de empleo en las fábricas cayó a 49,6 desde el 50,9 de abril. En medio del endurecimiento de las condiciones financieras, el primer descenso por debajo de 50 desde el pasado mes de agosto podría ser una posible señal de alarma. Sin embargo, con un récord de 11,5 millones de puestos de trabajo sin cubrir en toda la economía a finales de marzo la escasez de trabajadores parece ser la culpable del retroceso del empleo en las fábricas.