En un momento en que la inflación hace mella en el poder adquisitivo de los consumidores y mientras que la escasez de materias primas ha frenado la expansión del sector manufacturero, el crecimiento empresarial de la zona euro se ralentizó este mes, pero se mantuvo fuerte. Según el dato preliminar, el PMI cayó en mayo a 54,9 desde el 55,8 de abril.
El preocupante sector manufacturero se vio compensado por un sector de servicios boyante. Aunque las fábricas siguen informando de las limitaciones generalizadas de la oferta y la disminución de la demanda de bienes bajo las presiones de los elevados precios, la economía está siendo impulsada por la demanda reprimida de servicios a medida que se van eliminando las restricciones relacionadas con la pandemia. Queda por ver durante cuánto tiempo puede persistir este repunte del sector de los servicios, sobre todo teniendo en cuenta el aumento del coste de la vida. Y mientras el crecimiento de las empresas en la zona euro se ralentiza, pero aguanta, en Reino Unido la fuerte desaceleración de las empresas ha hecho saltar la alarma de la recesión.
Su índice PMI cayó a 51,8 en mayo desde los 57,6 de abril, su nivel más bajo desde febrero del año pasado. En Estados Unidos la desaceleración de la actividad fue moderada. Su índice cayó a 53,8 este mes desde el 56,0 en abril. Este ritmo de crecimiento, el más lento en cuatro meses, se atribuye a las elevadas presiones inflacionistas, un nuevo deterioro de los plazos de entrega de los proveedores y un menor crecimiento de la demanda.