El número de estadounidenses que presentó nuevas solicitudes de beneficios por desempleo se redujo la pasada semana a un mínimo de 52 años y medio y las cifras de desempleados continuaron disminuyendo. Las solicitudes cayeron 28.000, a una cifra desestacionalizada de 187.000, el nivel más bajo desde septiembre de 1969. Las solicitudes por desempleo han disminuido en parte debido a que se levantaron las restricciones de COVID-19 en todo el país. Hay que recordar, que a principios de abril de 2020 estas solicitudes alcanzaron un máximo histórico de 6,149 millones.
Por el momento, no hay señales de que la guerra de Rusia contra Ucrania, que ha llevado los precios de la gasolina a niveles récord, haya impactado en el mercado laboral de EE.UU. De hecho, las empresas estadounidenses no están despidiendo trabajadores porque conocen las enormes dificultades a las que se enfrentan para cubrir los puestos vacantes. La fortaleza en el mercado laboral estadounidense es un factor a sumar en las expectativas de una posible subida de tipos de interés de 50 puntos básicos en la próxima reunión de Reserva Federal en mayo. Ayer, sumándose a las declaraciones de otros presidentes, el de la Fed de Chicago señaló que la Reserva Federal necesita subir los tipos de interés este año y el próximo para reducir la alta inflación antes de que se instale en la psicología estadounidense y sea aún más difícil de eliminar.