Hoy se reúne el BCE. A buen seguro su presidente medirá muy bien sus palabras después de que sus declaraciones en Sintra, que hicieron apreciarse fuertemente al euro y subir la rentabilidad de los bonos, tuvieran que ser matizadas. Lo normal es que los responsables del BCE midan su retórica a medida que la orientación de la política monetaria se dirige hacia la normalización tras años de fuertes estímulos. Serán más cautelosos para no generar sustos ni hacer saltar las alarmas en los mercados. Hasta ahora, el sesgo de sus discursos se ha orientado hacia un incremento en la compra de activos. Ahora esta postura podría cambiar a más neutral, tratando de suavizar el camino de comunicación hacia el próximo anuncio de retirada gradual. El programa de compra de activos del BCE vence a finales de año y ante la fortaleza que está mostrando la economía en la zona euro han aumentado las expectativas de una retirada gradual de los estímulos. Se espera que el anuncio del “tapering” sea en septiembre, pero hoy podría anunciarse alguna medida. Funcionarios de la institución han venido apuntando a septiembre u octubre como los meses más probables, pero siempre recalcando que dependerá de los datos y de las condiciones de mercado. En este sentido, conviene recordar que pese a las favorables señales de crecimiento, la perspectiva para la inflación es que siga siendo débil y muy por debajo del objetivo del BCE de cerca del 2%, al menos hasta 2019.