El próximo miércoles está previsto que el Gobierno británico active el inicio del proceso de salida de la UE, invocando el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Ayer fuentes de la UE en Bruselas anunciaron que los líderes de los 27 países restantes de la Unión Europea se reunirán el 29 de abril para acordar sus líneas de negociación para las conversaciones sobre el proceso de salida del Reino Unido, y que esta reunión es un paso obligado antes de que comiencen las negociaciones formales entre Reino Unido y la UE. La primera ministra británica dijo ayer a sus ministros que la carta por la que se comunica al resto de los socios europeos la decisión de abandonar la UE “será uno de los documentos más importantes en la historia reciente de nuestro país y empezará a cumplir con el resultado del referendo y a establecer el tono para nuestra relación con Europa y el mundo", y también determinará el proceso de negociaciones de dos años con la UE. Un informe del Parlamento Europeo presentado también ayer dice que los derechos como la libre circulación de personas y bienes o el del trabajo no deben considerarse para los británicos “derechos adquiridos”, y por ello se extinguirán una vez se materialice el Brexit. Las relaciones comerciales y económicas posteriores entre ambas partes dependerán, al igual que en otros muchos aspectos, de los acuerdos a los que lleguen ambas partes, y por parte de la UE, la línea de las negociaciones se establecerá a finales de abril.