El crecimiento económico de la zona euro se desaceleró en el primer trimestre. Eurostat confirmó ayer la estimación inicial de crecimiento del PIB de un 0,4% frente al 0,7% registrado en los dos trimestres anteriores. En términos anuales el PIB creció un 2,5%, frente al 2,8% del cuarto trimestre y del 2,7% del tercer trimestre de 2017. La desaceleración de la eurozona se debe en gran medida a la ralentización de Alemania, cuyo PIB creció en el primer trimestre un 0,3%, la tasa más baja desde el tercer trimestre de 2016, moderándose con respecto al 0,6% y el 0,8% registrados respectivamente en el cuarto y tercer trimestre de 2017. A pesar de la moderación, es el decimoquinto trimestre consecutivo en el que Alemania registra un crecimiento positivo y que supone el periodo más largo desde la reunificación. Las autoridades germanas señalaron que la desaceleración es consecuencia de la debilidad del sector exterior que se ha visto afectado negativamente por el incremento de las medidas proteccionistas y la política de sanciones por parte de Estados Unidos. Con respecto a la producción industrial en la zona euro, Eurostat señaló que en marzo creció un 0,5%, dos décimas menos de lo previsto, y revisó a la baja los datos de febrero al -0,9%. Los datos de Europa contrastan con los de EE.UU., donde ayer se publicó una leve mejora de las ventas minoristas en abril y una revisión al alza de los datos de marzo, lo que llevó la rentabilidad del bono del Tesoro norteamericano a 10 años a 3,069%, máximos desde julio de 2011, y al dólar a máximos del año.