Mientras la incertidumbre sobre la crisis catalana continúa restando fuerza a la bolsa española, en otras áreas geográficas el vértigo a las alturas bursátiles no parece existir. Ayer, el índice Nikkei alcanzaba un nuevo máximo en 21 años y los principales índices de Wall Street marcaban nuevos máximos históricos en la apertura, con los inversores aguardando los resultados de empresas que se publicaran esta semana. Desde China, las noticias eran positivas y venían de la mano del gobernador del Banco Popular de China, al anunciar que la economía del país crecería un 7% en el segundo semestre del 2017, lo que representaría una aceleración frente a los primeros seis meses del año y desafiaría las expectativas generalizadas de una ralentización. Si bien China consiguió una expansión de un 6,9% en el primer semestre, superando los pronósticos, una buena parte del mercado espera que su impulso comience a desvanecerse en la última parte del año. El jueves se conocerá el PIB del tercer trimestre, pero los datos que se publicaron el viernes apuntan a una demanda sólida. Las importaciones aumentaron un 18,7% en septiembre, los volúmenes de mineral de hierro alcanzaron un récord y las exportaciones se elevaron a un máximo de tres meses. Mientras, en EE.UU, el presidente y los demócratas continúan discutiendo sobre el plan tributario, algo que no parece preocupar a sus principales índices.